Vida de oración y Servicio
Marta tiene la dicha de acoger al mismo jesús, la hospitalidad es inmediata, se multiplica a la hora de ofrecer servicios y en el fondo se le escapa lo más importante, por ello, merece un reproche por parte de jesús, o más bien una impresionante iluminación, reflexión.
Se tiene especial devoción a la virgen dolorosa madre y maestra de la congregación, como madre engendra, como maestra enseña, como madre nos engendró en el calvario “mujer he ahí a tu hijo”. Como maestra nos enseña con su fe a aceptar la voluntad de dios en su vía dolorosa, dándonos ejemplo para convertir nuestra vida en camino y medio de santificación.
Igual que para María de Bethania, la contemplación de las cosas divinas y la unión asidua con Dios en la oración, es el primer y principal deber de las Hermanas.
La espiritualidad está centrada en Cristo, sobre todo en la presencia Eucarística y en la acción litúrgica alrededor de la Palabra de Dios.
María ha escogido la mejor parte, la que no le será quitada, se presenta ante el mundo como la fiel seguidora de jesús inclinada por la oración y la reflexión; para ella lo primero es escuchar al Maestro.